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El término "lesión narcisista" (o "cicatriz narcisista") fue acuñado por primera vez por Sigmund Freud a principios del siglo XIX. En su obra Más allá del principio de placer, escribió: “La pérdida del amor y otros fracasos causan un daño irreparable a la autoestima en forma de una cicatriz narcisista... Refleja el grado de desprecio que el niño ha experimentado”. Ocurre en la primera infancia, cuando el niño siente que está siendo rechazado y ha sucedido así muchas veces. Así es como el niño lee en las expresiones faciales, gestos y otras manifestaciones no verbales que los padres están irritados y por eso el niño se encarga de ello. Entonces el padre puede criticar, devaluar y el trauma se refuerza. Además, la formación de un trauma puede estar asociada con una fuerte idealización del niño por parte de sus padres. Así siente un niño su grandiosidad cuando siente frustración, le cuesta ser aceptado por los demás y ya en la edad adulta, una persona tiene la firme convicción de que no importa lo que haga, siempre no será suficiente. aceptado y visto. Mantener una lesión narcisista requiere mucha energía interna. Una persona construye su vida de tal manera que nunca siente el dolor que experimentó cuando era niño. No importa cómo se forme una herida narcisista, el resultado es siempre el mismo: una persona no conoce su verdadero yo; su verdadero yo está escondido bajo la máscara de la idealidad. Estas personas tienen mucho talento, tienen una mente analítica, pero el trauma no les permite manifestar un miedo más fuerte que el deseo de vivir una vida plena. La herida narcisista camina con vergüenza. Vergüenza de uno mismo como persona, vergüenza por lo que no es digno, vergüenza de que no funciona y siempre no es suficiente: todo esto provoca un profundo conflicto interno. ¿Qué hacer, ya que estas personas tienen pocos puntos positivos y lo son? Acostumbrado a escuchar críticas y devaluaciones: aprenda a darse caricias positivas, encuentre momentos positivos todos los días en el trabajo y la comunicación. Aprende una nueva habilidad de amor propio incondicional. Explora la vergüenza interna. Dado que el trauma ocurre en la primera infancia, la vergüenza se formó a una edad muy temprana. Dentro de la persona traumatizada hay un niño pequeño con un dolor profundo que necesita un adulto que lo ame y lo acepte. Regístrese para una consulta usando el enlace ➔ Regístrese __________________________________________________________________Su psicóloga, Larisa DegtyarTeléfono - +7(926) 782-13-57Mi canal de Telegram https://t.me/degtyar_psy

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