Quizás uno de los puntos de vista establecidos sobre el mito de la diosa frigia de la fertilidad Cibeles y su hijo/amante Atis implica una conversación sobre la castración simbólica del hijo por parte de su madre, venganza de su parte por tratando de vivir de forma independiente y enamorándose de una chica extraña. Dejemos estas conocidas insinuaciones y tratemos de ver lo que nos estamos perdiendo al recurrir a interpretaciones rígidas de los mitos. De hecho, desde un punto de vista junguiano, utilizamos los mitos para enriquecer nuestra comprensión de la realidad psíquica del individuo. En la herencia cultural del pensamiento humano encontramos ecos de los conflictos que nos aquejan, matices de los sentimientos que experimentamos; recurrimos a los significados descubiertos ante nosotros, en un dilema espiritual específico nos centramos en los caminos recorridos ante nosotros; Además, exploramos la evolución de la conciencia humana, las formas generales de experiencia y las realidades psíquicas, a través del material de cuentos de hadas, leyendas, sistemas de creencias y productos de la creación artística. Sin embargo, al amplificarnos, corremos el riesgo de comenzar a adherirnos a definiciones bien conocidas de lo arquetípico, empobreciendo así tanto nuestra propia vida mental como la comprensión de la realidad psíquica del cliente, privándonos del material vivificante necesario para la comprensión y la comprensión. un acto personal trascendental. Los detalles discretos del mito que se pasan por alto, los paralelos históricos de los procesos y la experiencia sensorial personal de ellos, como gotas que corren entre los dedos, se llevan consigo las posibilidades potenciales de la vida. Lo que queda son nombres y títulos desnudos, que parecen sugerir que ya los hemos nombrado a todos y dicho sobre la experiencia inmanente: Narciso, Edipo, Cibeles y Atis... Y esto es un desafío para nosotros: debemos expandirnos para estudiar el fenómeno desde muchos lados, hasta su volumen de estudio, en la medida de nuestras fuerzas y capacidades. Así, uno de los poderosos descubrimientos psicoanalíticos de la segunda mitad del siglo XX. existía una visión de Edipo como un héroe (conciencia del ego), sediento de conocimiento a cualquier precio (penetración en el inconsciente y retorno de lo reprimido). El mito de Cibeles y Atis, a pesar de su gran popularidad, tiene sus propios significados que pasamos por alto. Aquí también hablo de mí, porque yo también extraño estos significados. Lo mismo se aplica a otros fenómenos. Por eso considero muy útil el intercambio profesional de experiencias en forma de debates y ampliaciones colectivas. Si como resultado del artículo alguien tiene alguna adición, estaré encantado de escucharla, porque es imposible que una sola persona comprenda un mito. Se sabe que Cibeles era la diosa frigia de la fertilidad, la Madre de los dioses, cuyo culto estaba especialmente extendido en Pessinunt. Ahora es un lugar desierto en el centro de Turquía, poco estudiado desde el punto de vista de su pasado antiguo. Y su período frigio es el más oscuro de todos. Con la llegada de la dinastía griega Attalid, las formas de veneración se transformaron: los edificios religiosos monumentales, los llamados. Los "temenos" son espacios dedicados a la diosa. Pessinunt estaba gobernado por sacerdotes eunucos (galos) en estrecho contacto con la dinastía gobernante, era un centro religioso sagrado, desde donde el culto a Cibeles se extendió más tarde a tierras romanas; Bajo el dominio romano, aparecieron aquí los primeros templos, cuyos edificios han sobrevivido hasta el día de hoy. Templo en Pessinunt. Foto de Internet. J. Fraser en The Golden Bough describe las fiestas de primavera dedicadas a Cibeles y Atis de la siguiente manera: “El 22 de marzo, se cortó un pino en el bosque, lo llevaron al santuario de Cibeles y lo trataron como a una gran deidad. El árbol sagrado era llevado por miembros de una casta especial. Su tronco, como un cadáver, lo vendaban con vendas de lana y lo cubrían con coronas de violetas, porque, según la leyenda, así como las rosas y las anémonas crecían de la sangre de Adonis. violetas brotaron de la sangre de Attis. Una figura de un joven (sin duda, el propio Attis) estaba atada al centro del tronco. El segundo día de la festividad se dedicaban principalmente a tocar trompetas. llamado Bloody En este día, el archigallus (sumo sacerdote) abrió las venas de su brazo.Las filas, excitadas por la música desenfrenada y bárbara -el redoble de los címbalos, el estruendo de los tambores, el zumbido de los cuernos y el chirrido de las flautas-, sacudiendo la cabeza y con el pelo al viento, giraban en la danza hasta que, finalmente, se lanzaban a una En estado de ira y perdiendo sensibilidad al dolor, comenzaron a infligirse heridas con fragmentos de barro y cuchillos, salpicando con su sangre el altar y el árbol sagrado (...). El Día Sangriento, los recién iniciados eran castrados. Habiendo alcanzado el más alto grado de excitación religiosa, los sacerdotes se castraron y arrojaron las partes cortadas del cuerpo a la estatua de la diosa cruel, demostrando el significado de su origen divino, su juventud, su inocencia y su talento creativo (él interpretó el papel). flauta, que acompaña a Cibeles). Según algunas fuentes, fue despedazado por un jabalí (una versión más cercana a Adonis, muy extendida en Pessinunta, Atis se castró bajo un pino y murió por pérdida de sangre); (después de su muerte se convirtió en pino). En nuestra consideración, nos centraremos en la segunda versión del mito; creo que la primera se adapta a una gama diferente de procesos psicológicos que merecen una discusión aparte. A ejemplo de Atis, los sacerdotes de Cibeles se convirtieron en eunucos; la castración y la comunión con la sangre (de un toro), incluso los espectadores, a menudo, entraban en estado de trance en la fiesta general de primavera, provocando autolesiones irreparables. Se arrojaban como obsequios a los pies de la Gran Diosa sangre, órganos reproductores y testículos de animales. "...Incitado por una pasión violenta, ebrio de rabia, Castró su joven cuerpo con una piedra afilada. Y se sintió ligero, sintiendo la carne sin hombre, Rociando sangre caliente sobre el pedernal abrasado del prado... ¡Oh, qué orgulloso y feliz soy! Fue, ¡ay, cómo he pasado por muchas cosas! Aquí soy virgen, fui un hombre, fui un adolescente, fui un joven, fui el mejor color de la palestra, fui el primero en el campo de batalla. Las puertas zumbaban por los invitados, el umbral estaba cálido por los escalones. Mi querida casa estaba decorada con coronas de incienso. Desde la cama, siempre alegre, me levanté por la mañana. ¡Y ahora debo convertirme en una doncella, en la fiel esclava de Cibeles! ¡Conviértete en Ménade, conviértete en un lisiado, conviértete en un pobre eunuco estéril!” (Catulo. Attis, traducido por A. Piotrovsky) Según la versión de Ovidio, Attis cae en la locura después de romper su promesa a Cibeles de permanecer siempre joven con ella. , se enamoró de la ninfa y entabló una relación íntima con ella. Con sus propias manos, el hijo-amante se castra en el monte Dindymus (el altar simbólico de Cibeles, ya que la montaña también estaba asociada a ella). Este sangriento ritual de “castración” ha sido estudiado con cierto detalle por los junguianos. En particular, Nathan Schwartz-Salant lo explora en detalle desde el punto de vista del complejo de fusión (conexión estrecha - separación - ansiedad psicótica): 1) La dinámica fusión-separación "imposible" es una característica central del mito: Attis podría ni quedarse con Cibeles ni separarse de ella 2) La locura de la Gran Diosa, su numinidad negativa personifica la locura en el centro del complejo de fusión 3) La locura de Atis, que lo alcanza cuando intenta separarse de Cibeles, ilustra. cómo la separación del estado seguro de fusión puede conducir a una ansiedad grave y desestabilizadora de nivel psicótico. 4) El papel central de la castración en el culto a Cibeles tiene correlatos psicológicos característicos del complejo de fusión. 5) Al igual que el hermafrodita Agditis, Cibeles muestra. no sólo locura, sino también pasiones poderosas y violencia, que reflejan estas facetas del complejo de fusión. 6) La desesperación de Attis y su regreso regresivo a Cibeles después de que ella mata a la ninfa que deseaba es el patrón de comportamiento básico del complejo de fusión. que toma la forma de un apego regresivo a un “territorio seguro” (un trabajo aparentemente sin desafíos, relaciones rígidas, una incapacidad para enfrentar desafíos creativos), todo esto conduce a una vida no vivida.7) La locura de Cibeles en el centro del complejo de fusión rompe las defensas y domina el campo entre las personas, lo que lleva aun cambio repentino en la escala de la experiencia, mediante el cual una persona puede verse sumergida en un torbellino emocional, como si de repente estuviera atrapada en los rápidos de un mar que alguna vez estuvo en calma. 8) El enfoque heroico falla en las relaciones con Cibeles, del mismo modo que falla en las relaciones. complejo de fusión 9) Vivir la locura del complejo y las limitaciones que este genera es el camino de la curación; de la misma manera, aquellos que asistieron a los Misterios de la Diosa fueron purgados de su manía.10) En la forma de Marcia, Attis se encuentra desollado, lo que enfatiza cómo la inflación conduce a la pérdida de la piel protectora del cuerpo sutil. (N. Schwartz-Salant “El complejo de fusión o el camisón negro”). Desde un punto de vista psicológico, vemos que el niño Divino, como ciertamente lo era Atis antes de romper su voto, bajo la influencia de la ira de la Diosa, muere en el sufrimiento, convirtiéndose en un pino. Este es el momento más apropiado para traducir el material al lenguaje psicológico. Podemos suponer que la activación del complejo de Cibeles (a través de la devaluación, la crítica, la provocación narcisista destructiva) en la psique de la madre, de hecho, castra simbólicamente al hijo, pero, además, convierte al niño Divino, la parte creativa y libidinal, en un "Pino". Anima (ninfa Sagaritis) se separa. Incluso si un hombre llega a ser neurótico, sólo su ANP, una personalidad aparentemente normal, es neurótico. Es seco y estable, como una placa litosférica, porque debajo de él se producen procesos muy peligrosos que se perciben intuitivamente. La capa consciente se osifica para mantener la estabilidad de la imagen del mundo y de las ideas sobre sí mismo. Esta es protección contra la vida y su imprevisibilidad. Debajo de la placa litosférica continúa la vida magmática en ebullición. Y en el momento en que la Sombra irrumpe, las emociones del hombre estallan epilépticamente. La imagen de Attis, como señaló Fraser, se acerca a la imagen de Marsias, que también era experto en tocar música, que desafió a una competencia al propio Apolo, que fue derrotado y acabó con su vida en un árbol desollando. En la contienda con Apolo podemos discernir un elemento de conflicto edípico. El hijo divino, compitiendo con el Padre, pierde. Aquí se revela la insolencia del niño, su falta de relevancia para la época, su falta de experiencia, pero su gran pretensión. El niño divino, que compite con Senex en el camino del segundo, perderá. Por supuesto, no podemos dejar de notar los paralelos con la imagen de Cristo. Parece que el mitologema de Cristo podría haber absorbido elementos de las primeras formas de culto, de los rituales, del mito mismo: sacrificios, crucifixiones... Pero no podemos reducir todo el mito de Cristo a sus primeras formas. Parece más bien procesado, trasladado al plano del amor; es reconciliación con el Padre. Y, por tanto, un mito posterior y una conciencia más desarrollada del hombre per se. La Madre de Dios parece humillarse y dar a luz un niño al mundo para su destino. Lo único que le queda es amor, ella ama. Cibeles: anhela poseer, necesita los testículos de animales y personas; fertilizada por ellos, ella crea. Sin la participación humana (egoconciencia), la Diosa es estéril y la tierra permanece estéril. En relación con la psique femenina, podemos notar que el complejo de Cibeles activado se apodera del ánimo de la hija y ésta pierde el entusiasmo, el coraje y la audacia de la vida activa, se vuelve inerte, falta de iniciativa, sujeta a miedos y dudas obsesivos, indecisión, culpa y vergüenza. El desarrollo implica la salida del animus a través del proceso creativo. La forma desarrollada de desarrollo en sí es la creatividad. Me gustaría llamar la atención sobre un momento que a menudo se pierde de vista: el acto de creación de Cibeles, tras la posesión de lo masculino. No sólo debe tomar, sino también dar algo tercero: nacido de lo masculino y lo femenino, debe crear en el mundo. Esta es una Diosa muy poderosa y fuerte. Tiene fuerza ctónica, fuerza de espíritu, porque tiene lo masculino en ella. Ella toma este masculino y debe transformarlo aún más en sí misma, como en una réplica alquímica, conectarlo con su femenino y dárselo al mundo como un tercer producto: la naturaleza y la cosecha. ¿Qué podría significar esto en relación con la madre y el niño?.