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Recientemente di otra clase en la Escuela de Padres Adoptivos. El curso está llegando a su fin, quedan pocas reuniones. Las personas del grupo lograron acercarse, algunos incluso se hicieron amigos. Debido a las vacaciones, nos perdimos una semana, nos extrañamos. El tema de la lección fue "El comportamiento difícil de un niño adoptado". Un tema candente, y algunos participantes están dispuestos a discutir sin cesar “echando espuma por la boca”... Por ejemplo, un matrimonio. La primera esposa del hijo no le permite comunicarse con su nieto, a quien extrañan mucho. Tienen una amplia experiencia en la crianza de niños. Al mismo tiempo, mi marido tiene una idea bastante rígida de "cómo debe ser"; a menudo empieza a discutir en el grupo. Empezamos a hacer un ejercicio: discutir cartas con situaciones difíciles en familias de acogida. Esto sucedió de manera muy violenta. Surgió la pregunta: ¿es posible manipular a un niño, darle algo que no quiere? Diga: "Mira, el pájaro ha volado" y le ponga papilla en la boca. ¿Quizás esto se pueda hacer en relación con el bebé? Pero cuanto mayor es el niño, más respeto y confianza necesita de sus padres. Especialmente en la adolescencia. ¿Es un niño una persona separada que necesita ser tratada con respeto, o es “solo un niño, mi propiedad, hago con él lo que quiero”? Una de las situaciones: Masha tiene 15 años, ¿tiene? Vivo con la familia desde hace un año. Mamá empezó a notar que le faltaban varias cosas, pensaba que las había puesto en alguna parte. Pero entonces decidí buscar en la habitación de mi hija y los encontré (y a varios otros extraños) debajo de la cama. Le dijo a su hija con una expresión: “¡Lo que no me gustan son los ladrones!” (Las otras situaciones de las cartas también son complejas. Le hice una pregunta: ¿cómo te sientes con el hecho de que la madre haya entrado en la casa de su hija)? habitación en su ausencia y ¿algo estabas mirando allí? ¿Y luego, sin hablar, emitió un “veredicto”? Las opiniones estaban divididas. Un participante dijo: Siempre miro en silencio el número de teléfono de mi hijo (un estudiante de secundaria), ¡necesito mantener todo bajo control! Y la otra defendió activamente su posición de que necesitamos hablar y comunicarnos con los niños, ¡así no tendremos que buscar sus secretos en sus teléfonos y diarios personales! (Tiene tres hijos: una hija natural, de 12 años, y dos sobrinos bajo tutela, de 6 y 9. Dicen que la verdad nace en las disputas). Quizás no haya nacido, criar hijos es un proceso complejo, un verdadero arte. Pero en las disputas, las personas pueden escuchar las opiniones de los demás y luego pensar un poco más en ello. Entonces su visión de la situación se amplía, aparecen diferentes soluciones y el mundo se vuelve más multifacético y lleno de vida....

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